[Cómic] La nueva debilidad de Superman es el poder de la oración

Superman es fuerte, pero DC acaba de revelar que el poder de la oración es su debilidad secreta. El giro viene en una historia excepcionalmente cargada de ideas religiosas y preguntas difíciles, planteadas tanto al Hombre de Acero como al lector. Cuando Superman tiene la oportunidad de salvar un planeta del destino de Krypton, se enfrenta a un obstáculo impensable: los habitantes alienígenas no quieren ser salvados.

La premisa de Superman # 40 es suficiente para cambiar el juego para Kal-El por sí mismo: ¿qué hace Superman cuando los inocentes no quieren ser salvados? Pero a medida que sus propias creencias y valores comienzan a aparecer, la fe y la religión de la población del planeta comienzan a contraatacar. Y cuando un planeta se une en oración contra Superman... sus poderes fallan como nunca antes.

La historia cocinada por el escritor James Robinson y el artista Ed Benes puede parecer controvertida sin conocer el contexto completo. Después de todo, este no es un monoteísta, judeocristiano u otro "dios" terrenal al que se le reza. Es la deidad aparentemente dominante del planeta Galymayne, conocida como 'Dhermet'. Un dios adorado devotamente por, al parecer, todos los seres del planeta.

Y cuya voluntad, afirman sus líderes religiosos, es que el planeta se borre junto con todo y todos los que están en él.

Los paralelismos con el propio fin de Krypton son demasiados para contar, como claramente es el punto de la parábola de Robinson. De hecho, esta aventura incluso tiene lugar en el aniversario de la destrucción de Krypton. Es por eso que Superman tenía a su hijo Jonathan con él cuando se disparó su alarma por cualquier amenaza planetaria al estilo Kryptón. Y es por eso que deja que Jonathan lo acompañe a Galymayne, asumiendo que será una oportunidad para evitar la aniquilación de otra civilización cósmica.

Una vez que aterrizó en el mundo acuático poblado por una mezcla alienígena de delfines humanoides, la verdad es difícil de entender para Superman. Es un buen hombre, pero la idea de que los líderes planetarios simplemente dejen que su raza sea eliminada está fuera de su comprensión. Y en un caso raro, las propias creencias del Hombre de Acero se arrastran hacia la ignorancia.

Cuando se niega a tomar la palabra del líder religioso como definitiva, insistiendo en que no debe hablar por todos... el principal fanático no tiene otra opción. Eliminarán sus poderes para que perezca junto con ellos... por la voluntad de Dhermet.